domingo, 27 de septiembre de 2009

Libros y juegos para estimular la lectura

La Biblioteca Estrada sumó una beboteca que recibe a chicos desde los siete meses.
Por Paulina Schmidt

¿Qué puede aprender de un libro un niño que apenas tiene un año?, es la pregunta que se hace la mayoría de los padres cuando escuchan acerca de incentivar la lectura en edades tempranas. Los niños que escuchan narraciones, canciones y toman contacto con el libro desde pequeños, descubren el color y la forma, y comienzan a leer las imágenes. Tonos saturados y brillantes, hojas gruesas y sin demasiadas ilustraciones, es la fórmula que logra cautivarlos.
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Luego en sus primeras palabras, el pequeño comienza a renombrar esos objetos que miraba en el libro, y motivado por las lecturas que escuchaba, inesperadamente un día comienza a narrar sus propias historias y experiencias. Estos avances que deja a los padres sorprendidos, la mayoría de las veces radica en el contacto temprano que el niño mantuvo con el libro.
Con el principio de fomentar este hábito, la Biblioteca Estrada habilitó un nuevo espacio creado especialmente para ellos: la beboteca, un lugar que a través del juego propone llegar a la lectura. Sentados en puf y alfombras coloridas, los niños comparten con sus padres juegos, libros y material didáctico. El objetivo es estimular todos los sentidos en favor de la lectura.

"Este espacio que sin lugar a dudas invita al juego, en realidad cumple la función de invitar a los niños a descubrir en cada libro una historia, que logren sorprenderse y luego que elijan el que más les guste. La biblioteca siempre tuvo un lugar físico destinado a los más chicos, así comenzamos a armar de a poco diferentes rincones. Hoy la beboteca cuenta con un espacio rodeado de color y juegos dentro de la sala infantil, y cubre tanto las expectativas de los niños como del personal que trabajó en este maravilloso proyecto”, destaca Marcela Andino, directora de la Biblioteca Estrada.

Este establecimiento que busca cautivar con la lectura a tres generaciones, trabaja en función de las necesidades y preferencias de los vecinos de la zona oeste de la ciudad, y ofrece un material al que muchos niños no podrían acceder de otro modo.

La beboteca propone desde el juego hacer el primer contacto con la lectura. “Los bebés pueden disfrutar de este espacio desde los siete meses en un sector al que nosotros llamamos plaza blanda porque está protegido en el caso de caerse. Los más grandecitos, en cambio, pueden recrear y teatralizar un cuento o personaje. A través de un material agradable a la vista y al tacto, se busca aplicar permanentemente la imaginación”, dice Andino. Y los chicos que tienen algún tipo de discapacidad pueden acceder a la sala en forma grupal o individual, teniendo la posibilidad de descubrir los libros por sus diferentes texturas y sonidos.

El niño se acerca y elige el material que más le gusta. El humor, la magia y la fantasía son algunos de los géneros que encuentra en la beboteca para compartir con su familia o con el docente en el caso de realizar una visita guiada por las salas de la biblioteca.

La directora fundamenta la importancia de crear este tipo de espacios, que fomenta el comienzo de un hábito que lo acompañará hasta su adultez. “Si el niño no está estimulado desde muy temprana edad en la lectura, encuentra otras posibilidades relacionadas en mayor medida con las nuevas tecnologías que con el libro”.

La beboteca está abierta para toda la familia. Los jardines maternales pueden solicitar turnos para visitarla en Servando Bayo 799 o al teléfono 4804678.

http://www.lacapital.com.ar/ed_educacion/2009/9/edicion_41/contenidos/noticia_5000.html

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